Durante los últimos 900 años, la provincia de Burgos ha sido un centro clave del cristianismo en España, destacando por su rica red de monasterios fundados por diversas órdenes monásticas, tanto de monjes como de monjas. Estas comunidades no solo fomentaron la vida espiritual, sino que también fueron motor de desarrollo social, económico y cultural. A través de la agricultura, la educación y el arte, impulsaron la vida rural y preservaron el conocimiento en sus bibliotecas y scriptoriums.
Los monasterios de Burgos también jugaron un papel fundamental en el nacimiento y desarrollo del idioma castellano. En Valpuesta se hallan los primeros textos en castellano, y lugares como Santo Domingo de Silos contribuyeron a la preservación de documentos esenciales para la evolución de la lengua. Esta contribución lingüística, unida a su legado arquitectónico y cultural, convierte a Burgos en un referente patrimonial de gran valor.
En resumen, la provincia de Burgos destaca no solo por su importancia religiosa, sino también por su influencia en el patrimonio cultural, social y lingüístico de España, dejando una huella profunda que aún perdura.