Belorado, situado en la comarca de Montes de Oca y considerado la capital de la Riojilla Burgalesa, cuenta con una historia que se remonta a la Edad del Hierro. Su origen celta, confirmado por los yacimientos arqueológicos de "La Muela" y "La Mesa", lo sitúa como un importante enclave en épocas prerromanas y romanas. Posteriormente, durante la Edad Media, se convirtió en una villa clave en el Camino de Santiago y en la frontera entre los reinos de Castilla y Navarra, con su castillo medieval como testigo de su relevancia estratégica.
Ubicado al pie de los Montes de Ayago y la Sierra de la Demanda, Belorado es atravesado por el río Tirón, que fertiliza su entorno. El municipio incluye núcleos como Puras de Villafranca, famoso por su dehesa de hayas centenarias y la cueva de Fuentemolinos, una joya geológica de cuatro kilómetros de longitud. Los montes y laderas ofrecen un paisaje cambiante entre campos de cultivo, bosques y áreas protegidas como el entorno minero de manganeso, único en España.
Belorado conserva numerosos monumentos históricos, entre ellos la iglesia de Santa María, con su capilla jacobea, y la ermita de Nuestra Señora de Belén, vestigio de un antiguo hospital de peregrinos. También destaca el Museo de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra, ubicado en un silo restaurado que alberga la mayor trinchera de la Primera Guerra Mundial recreada en Europa. Las calles empedradas de su casco histórico, sus pasadizos y casas con escudos nobiliarios, son testigos de su importancia en la historia de Castilla.
El legado histórico y cultural de Belorado cobra vida en eventos como la Feria Alfonsina, que recrea la concesión del fuero por Alfonso I el Batallador en el siglo XII, y en sus fiestas patronales de San Vitores y la Virgen de Belén. La gastronomía y la hospitalidad local se entrelazan con el turismo rural del Camino de Santiago, ofreciendo una experiencia completa al visitante.