Puente del Diablo
El Puente del Diablo, situado en la localidad burgalesa de San Miguel de Pedroso, cruza el río Tirón y conecta las localidades de Pradoluengo y Belorado, además de servir como acceso a los pueblos de Puras de Villafranca y San Miguel. Construido originalmente en 1909 y posteriormente reemplazado en 1929 por una estructura de hormigón armado, este puente no solo destaca por su utilidad, sino también por las leyendas que lo rodean y las pintorescas pozas que se forman bajo él, ideales para el baño en verano.
Historia
El puente actual fue construido en 1929 como sustituto de un antiguo puente de madera conocido como el Puente de Magazos. Desde su origen, ha sido una infraestructura vital para el tránsito en la comarca, conectando diferentes localidades y permitiendo el acceso a San Miguel de Pedroso desde la carretera BU-811.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, el Puente del Diablo fue escenario de numerosas reconstrucciones debido a las recurrentes crecidas del río Tirón, que dañaban las estructuras previas. Estas dificultades técnicas dieron origen a la denominación del puente, ya que se atribuía a fuerzas sobrenaturales, como las del diablo, la incapacidad para mantenerlo en pie durante largo tiempo.
Características
El Puente del Diablo es una construcción sólida de hormigón armado, con dos ojos que permiten el paso del caudal del río Tirón. A unos 300 metros de la carretera principal BU-P-8104, su diseño está enfocado en garantizar la durabilidad frente a las inclemencias del tiempo y las crecidas del río.
Bajo el puente se encuentran unas pozas de aguas cristalinas, frecuentadas por locales y visitantes en los meses estivales. Además, cerca del puente se ubica una estación de aforo de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que mide y registra el caudal del río desde 1969.
Uso y Conservación Actual
Hoy en día, el Puente del Diablo continúa siendo un punto clave de acceso para San Miguel de Pedroso y un lugar de interés para los amantes de la naturaleza y los curiosos de las leyendas locales. Las pozas bajo el puente se han convertido en un atractivo turístico estival, mientras que el puente en sí sigue cumpliendo su función como infraestructura de transporte.
Aunque la estructura actual se encuentra en buen estado gracias a las restauraciones realizadas en su historia, la preservación del entorno natural circundante es una prioridad para mantener su atractivo turístico y ecológico.
Viento: 3 km/hHumedad: 92%