El Condado de Treviño, un enclave burgalés rodeado completamente por territorio alavés, es una joya histórica y natural. Con una extensión de 285 km² y una población aproximada de 1.200 habitantes, esta comarca destaca por su singularidad administrativa y su rica historia. Fue establecido en la Edad Media como unidad administrativa del Reino de Navarra y posteriormente pasó al Reino de Castilla en el siglo XVI. Su posición estratégica como cruce de caminos marcó su importancia en épocas pasadas, especialmente en la ruta hacia Santiago de Compostela.
El entorno del condado está definido por un paisaje de valles fluviales, especialmente el del río Ayuda, que atraviesa su territorio. Sus tierras combinan zonas montañosas como los Montes de Vitoria y áreas agrícolas que ofrecen una vista pintoresca. Este enclave alberga elementos patrimoniales únicos, como eremitorios excavados en la roca, que recuerdan a las capillas de Capadocia, y restos arquitectónicos medievales que evidencian su antiguo esplendor.
Actualmente, Treviño vive como una mezcla de tradición y modernidad, con su casco histórico bien conservado que incluye monumentos como la iglesia de San Pedro y el Palacio de los Condes de Treviño. Además, las comunidades locales mantienen vivas las festividades tradicionales, como la romería de San Formerio en septiembre.
La naturaleza también juega un papel importante, con numerosas rutas de senderismo que ofrecen vistas de su variada flora y fauna., permite a los visitantes disfrutar de una conexión directa con la naturaleza mientras exploran este peculiar enclave que invita a descubrir su historia y paisaje.