Mural "nuestra playa"

En pleno corazón de Miranda de Ebro, junto a la ribera del río Ebro, se alza el mural "Nuestra Playa", una obra de arte urbano que rinde homenaje a la historia y la identidad de la ciudad. Ubicado en la calle San Nicolás, este mural se ha convertido en un símbolo del renacer artístico y cultural de Miranda, atrayendo tanto a residentes como a visitantes que buscan descubrir la esencia de la localidad a través de su arte callejero.

Historia

El mural fue creado en 2018 por el artista local Esteban Espinosa, conocido como Tinte Rosa, como parte de una iniciativa para embellecer la ribera del Ebro y recuperar la memoria histórica de la ciudad. La obra representa una escena costumbrista que rememora la época en la que el Ebro tenía una playa en Miranda, siendo un lugar de encuentro y esparcimiento para los habitantes. Con una superficie de aproximadamente 160 metros cuadrados, el mural fue financiado con un presupuesto de 14.000 euros, adjudicado mediante un contrato menor de servicios por el Ayuntamiento de Miranda de Ebro.

Características

El mural "Nuestra Playa" destaca por su vibrante paleta de colores y su estilo realista que captura la vida cotidiana de antaño. En la escena, se pueden observar figuras humanas disfrutando de la playa, con el casco antiguo de Miranda y el río Ebro como telón de fondo. La composición transmite una sensación de nostalgia y pertenencia, conectando el pasado con el presente de la ciudad. La obra se integra armoniosamente en el entorno urbano, convirtiéndose en un punto de referencia visual y emocional para la comunidad.

Uso y conservación actual

Desde su inauguración, el mural ha sido cuidadosamente mantenido y se ha consolidado como una atracción turística y cultural en Miranda de Ebro. Forma parte de la ruta de murales de la ciudad, que incluye otras destacadas obras de Tinte Rosa, como "La Tercera", "Solitario" y "Artista Vocacional", esta última reconocida entre los 100 mejores murales del mundo en 2021. El mural "Nuestra Playa" no solo embellece el paisaje urbano, sino que también fomenta el turismo y el orgullo local, siendo un ejemplo del poder del arte para revitalizar espacios públicos y fortalecer la identidad comunitaria.​