
El Pollo Músico de Villangómez
En la ruta de arte urbano de Villangómez, entre homenajes literarios y reivindicaciones rurales, emerge una figura que concentra toda la esencia festiva y la identidad del pueblo: el Pollo con Guitarra de Pekolejo. Este vibrante mural, lleno de color y descaro, se encuentra en un rincón del pueblo, a menudo sobre la fachada de una nave o un muro que antes era anónimo, perfectamente integrado en el entorno agropecuario. No es solo un dibujo; es el emblema visual del famoso Festival Pollogómez, el evento que ha puesto a esta pequeña localidad en el mapa cultural de Castilla y León. Merece la pena visitarlo porque encarna el espíritu alegre, musical y creativo que ha transformado Villangómez en un museo al aire libre.
Historia
Este mural es un testimonio directo de la historia reciente y el resurgir cultural de Villangómez. Su creación está íntimamente ligada al origen del Festival Pollogómez, un evento que nació para celebrar la tradición avícola del pueblo, al ser uno de los mayores productores de carne de pollo en la provincia, y que evolucionó hasta convertirse en un referente de música folk y street art. El pollo, que es el protagonista de la fiesta y da nombre al festival, necesitaba un ícono que representara su vertiente artística. El artista Pekolejo fue el encargado de darle vida a este personaje, inyectándole una dosis de surrealismo, modernidad y buen humor. El mural se ha convertido, por tanto, en un símbolo contemporáneo que explica la identidad festiva y cultural del pueblo.
Características
El mural destaca por un estilo de arte urbano contemporáneo, con líneas limpias, colores vivos y un toque de surrealismo lúdico, típico del trabajo de Pekolejo. La figura principal es un gallo o un pollo antropomorfo, con cresta roja, ataviado con vestimenta moderna (camisa, pantalón y deportivas) y, lo más importante, tocando una guitarra o un instrumento similar. El animal está sentado sobre un gran huevo, un guiño directo a la producción avícola local. La elección de colores fuertes —rojos, amarillos, azules— contrasta con la sobriedad del muro de mampostería o cemento sobre el que está pintado, atrayendo poderosamente la atención. El Pollo Músico irradia vitalidad y se integra en un espacio que combina el trabajo agrícola y el ocio, creando un punto de encuentro visualmente estimulante.
Uso y conservación
El mural del Pollo con Guitarra tiene una función esencialmente simbólica y de promoción cultural. Se conserva como una pieza destacada dentro de la Ruta de Murales y Escritores y es un punto de parada obligatorio para quienes siguen el itinerario artístico de Villangómez. Es de libre acceso y se encuentra bien conservado gracias al continuo mantenimiento que el Ayuntamiento y la asociación Pollogómez dedican a sus obras de arte urbano. Además de ser un atractivo turístico, su imagen es utilizada a menudo para representar la esencia del festival y del pueblo, manteniendo viva la memoria del evento y reforzando el sentido de pertenencia y orgullo local entre los vecinos.
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