
Monolito a Mariano Diez Tobar
A la entrada de Tardajos, los visitantes son recibidos por un monolito que rinde homenaje al hijo predilecto de la localidad: Mariano Díez Tobar, fraile autodidacta, científico e inventor pionero del cinematógrafo. Este sencillo monumento, acompañado de una placa con su retrato y proyección de imágenes en movimiento, simboliza el orgullo cultural de Tardajos y despierta la curiosidad del viajero sobre su legado.
Historia
Mariano Díez Tobar (Tardajos, 1868 – Madrid, 1926) fue un clérigo de extraordinaria inventiva, autor de un aparato similar al cinematógrafo ya en 1892, tres años antes que los hermanos Lumière. Además creó dispositivos como un reloj accionado por la voz, el icocinéfono (una forma de cine con sonido) y el logautógrafo para grabar la voz en papel. Pese a su genialidad, su figura cayó en el olvido durante décadas hasta que, en 2018, el Ayuntamiento de Tardajos colocó este monolito en su honor, coincidiendo con el 150º aniversario de su nacimiento.
Características
El monumento es discreto, realizado en piedra o material resistente, con una placa grabada que muestra su retrato junto al nombre y la frase “precursor del cinematógrafo”. Ubicado en un punto céntrico, actúa como punto de partida simbólico para conocer la historia científica y cultural del pueblo. Su sencillez invita a detenerse a observar y reflexionar frente a una figura local de relevancia universal.
Uso y conservación actual
El monolito se mantiene en buen estado, como parte del patrimonio urbano de Tardajos. Su ubicación es habitual punto de fotos para visitantes y sirve como incitador a explorar otros homenajes al inventor: el festival de cine local Ruréfilos celebra anualmente sus logros, incluso nombrando los trofeos con su nombre. Así, el monolito es la antesala de una ruta cultural que conecta monumentos, historia y actividades vivas.
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