
Necrópolis altomedieval de Cillaperlata
La necrópolis altomedieval de Cillaperlata, situada junto al Monasterio de San Juan de la Hoz, es uno de los conjuntos funerarios excavados en roca más destacados del norte de Burgos. Este enclave, rodeado de un entorno natural de gran belleza, ofrece una ventana al pasado que permite comprender mejor las prácticas funerarias y la vida en la Alta Edad Media en la región.
Historia
La necrópolis fue utilizada entre los siglos VIII y XI, coincidiendo con la fundación del monasterio en el año 790 y su posterior subordinación al Monasterio de San Salvador de Oña en 1011. Durante las excavaciones realizadas entre 1979 y 1986, se descubrieron 84 tumbas, muchas de ellas antropomorfas, y se recuperaron restos de 67 individuos, incluyendo hombres, mujeres y niños. Estos hallazgos proporcionan valiosa información sobre la comunidad que habitaba la zona en aquella época.
Características
Las tumbas están excavadas en un afloramiento rocoso con una pendiente de aproximadamente 40 metros, lo que obligó a adaptar la profundidad de las sepulturas para mantener los cuerpos en posición horizontal. La mayoría de las tumbas son antropomorfas, aunque también se han identificado algunas de forma ovalada. La orientación de las sepulturas, con la cabeza al oeste y los pies al este, sigue los ritos cristianos de la época.
Uso y conservación actual
Actualmente, la necrópolis es accesible al público y forma parte de rutas de senderismo que permiten explorar tanto el patrimonio histórico como el entorno natural de Cillaperlata. Gracias a la labor de voluntarios y vecinos, se han realizado tareas de limpieza y acondicionamiento del lugar, facilitando su visita y contribuyendo a su conservación.
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