Iglesia de Santa Marina
La Iglesia Parroquial de Santa Marina en Villarcayo es un moderno templo católico que destaca por su original diseño arquitectónico, inspirado en un concepto simbólico basado en las palabras de San Juan: “Y acampó entre nosotros”. Construida en 1967, esta iglesia es uno de los puntos de referencia religiosa y cultural en la capital de las Merindades, junto con la histórica ermita de San Roque.
Historia
La construcción de la Iglesia de Santa Marina responde a la necesidad de dotar a Villarcayo de un templo más amplio y moderno para acoger a su creciente población. Diseñada por el arquitecto José Luis Gutiérrez Martínez, del colegio de arquitectos de Burgos, la iglesia fue proyectada con un enfoque innovador para la época, buscando reflejar la idea de una "tienda de campaña" que simbolizara el recogimiento y la cercanía divina. La construcción finalizó en 1967, y en 1968 se incorporaron las primeras vidrieras, obras del prestigioso artista zamorano Luis Francisco Prieto Blanco, conocido como “Quico”.
Características
La iglesia es un claro exponente de la arquitectura moderna con una fuerte carga simbólica. Su estructura, que recuerda una gran tienda de campaña, está hecha de cemento, destacando un hastial que alberga las espectaculares vidrieras realizadas por Quico Prieto. Estas vidrieras, distribuidas en diferentes puntos del templo (altar, pasillos y fachada principal), están llenas de simbolismo religioso y referencias a Villarcayo, incluyendo representaciones del tetramorfos, los Diez Mandamientos y los Sacramentos.
La fachada principal cuenta con una triple portada adintelada y un apostolado en mosaico, que se despliega bajo un amplio pórtico abierto sostenido por columnas cilíndricas. Este diseño permite la entrada de luz natural, otorgando al espacio interior una atmósfera de solemnidad y recogimiento.
Uso y Conservación Actual
La Iglesia de Santa Marina es el principal centro de culto católico en Villarcayo. En ella se celebran las misas dominicales, las principales festividades religiosas de la localidad y otros actos comunitarios. Es también un lugar frecuentado por los visitantes interesados en su arquitectura moderna y en las vidrieras de Quico Prieto.
El templo se encuentra en buen estado de conservación, gracias a los esfuerzos del párroco y la comunidad, quienes trabajan para mantener su estructura y elementos decorativos en óptimas condiciones. Además, la iglesia se ha convertido en un ejemplo del diálogo entre tradición y modernidad en la arquitectura religiosa de la segunda mitad del siglo XX.
Viento: 1 km/hHumedad: 92%