
Arco de la Puerta Nueva
El Arco de la Puerta Nueva es uno de los principales vestigios históricos de Vadocondes, un pueblo con un rico pasado medieval en la comarca de la Ribera del Duero. Situada al sur de la localidad, esta puerta sustituyó a la antigua Puerta Imperial del siglo XV, construida durante el reinado de los Reyes Católicos. Hoy en día, la Puerta Nueva se presenta como un símbolo de la historia de Vadocondes y de su vinculación con los momentos más importantes de la historia de Castilla.
Historia
La Puerta Nueva de Vadocondes tiene sus raíces en la antigua Puerta Imperial, que fue levantada en la época de los Reyes Católicos (1492-1516). Esta puerta formaba parte del sistema defensivo de la villa y su escudo, con las armas reales e imperiales de los monarcas, reflejaba la importancia de la villa como punto estratégico. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII, una gran crecida del río Duero dañó gravemente la estructura de la puerta, dejando sus cimientos al descubierto y provocando su ruina.
En 1796, debido al estado ruinoso de la puerta original, se decidió su reconstrucción, a cargo del maestro de obras de Burgos, Francisco de Céspedes, bajo la supervisión de D. Manuel Machón Martínez de Mollinedo, Intendente General de la provincia de Burgos. La nueva puerta, conocida como Puerta Nueva, fue levantada siguiendo un proyecto que respetaba el estilo y la tradición del lugar, y se reutilizó el antiguo escudo de la Puerta Imperial, que fue limpiado y restaurado para su nueva ubicación.
Características
La Puerta Nueva se caracteriza por ser un arco sencillo pero robusto, construido para durar y resistir las inclemencias del tiempo. La estructura se erigió con grandes bloques de piedra, asegurando su solidez tras los daños sufridos por la crecida del río. En la parte superior del arco, se encuentra el escudo de armas reales de los Reyes Católicos, una pieza histórica que fue rescatada de la antigua Puerta Imperial y que simboliza la importancia de Vadocondes en esa época.
El diseño del arco es funcional y elegante, adaptado a las necesidades de la época y proyectado para soportar el paso de personas y vehículos por la entrada sur de la villa. La obra fue tasada en 14.900 reales y se adjudicó mediante una subasta pública en junio de 1796. A lo largo de los siglos, la Puerta Nueva ha mantenido su presencia como un punto de referencia en Vadocondes, siendo objeto de una restauración en el verano de 2008, que ayudó a preservar su estructura y su legado histórico.
Estado Actual y Uso
Hoy en día, la Puerta Nueva es un testimonio del pasado histórico de Vadocondes y de su evolución a lo largo de los siglos. Tras la restauración de 2008, el arco presenta un buen estado de conservación, y su escudo histórico sigue siendo un atractivo para los visitantes que desean conocer la historia de la villa. La puerta no solo es un elemento arquitectónico significativo, sino también un símbolo de la resiliencia de la comunidad, que ha sabido adaptarse a las adversidades y mantener viva su herencia cultural.
El arco sigue siendo un punto de acceso al casco antiguo de Vadocondes y forma parte del recorrido turístico por los vestigios de la antigua muralla. Los visitantes que pasan por la Puerta Nueva pueden imaginar cómo era la vida en la villa amurallada y disfrutar de un paseo por las calles que conectan con otros puntos de interés de la localidad.
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