La Torre Almenada de Valpuesta, también conocida como la Torre de los Velasco, es una de las edificaciones más importantes de esta localidad, no solo por su valor arquitectónico, sino también por su vinculación con la poderosa familia Velasco, una de las casas nobiliarias más influyentes de la Castilla medieval. Esta torre se sitúa frente a la Colegiata de Santa María de Valpuesta, lo que refuerza su presencia como símbolo del poder civil en contraste con el religioso.
Descripción y características arquitectónicas La Torre de los Velasco es un castillo fortificado con una torre del homenaje de planta cuadrada, que alcanza una altura de tres pisos (o en algunos textos, cinco), y que está coronada por almenas y un tejado a cuatro aguas. La torre está construida con sillares bien trabajados, lo que le otorga un aspecto sólido y elegante, típico de la arquitectura militar y residencial de las familias nobles en el siglo XV.
Una de las características más notables de la torre es su muralla exterior de planta rectangular, que rodea el recinto y refuerza su función defensiva. Esta muralla está equipada con saeteras, aberturas estrechas desde las que los defensores podían disparar flechas, un detalle típico de las fortificaciones medievales. La entrada principal a este recinto fortificado se realiza a través de una puerta de arco apuntado, un elemento gótico característico de la época, sobre la cual se encuentra el escudo de la familia Velasco, símbolo de su poder y estatus.
Historia de la Torre de los Velasco La construcción de esta torre está vinculada a la venta, en 1408, de varias casas por parte del prior y el cabildo de Valpuesta a Juan Fernández de Velasco, señor de Briviesca, Arnedo y Medina de Pomar. Fernández de Velasco fue el padre de Pedro Fernández de Velasco, quien se convertiría en el primer Conde de Haro y cuyos descendientes ocuparían el cargo de Condestables de Castilla, uno de los títulos más importantes del reino castellano.
La torre representaba el poder civil de los Velasco frente a la colegiata que simbolizaba el poder religioso en Valpuesta. Los Velasco, que gobernaron extensos territorios en el norte de Castilla, construyeron esta torre como un símbolo de su dominio en la zona, reforzando su influencia tanto política como militar.