Huidobro, un pequeño enclave rural en el municipio de Los Altos, tiene una rica historia que se remonta a la Edad del Hierro, como atestigua el dolmen de El Moreco. La primera referencia documental al núcleo data de 1181, en una transacción de tierras que menciona al lugar bajo el nombre "Foio de Obro". En el siglo XIV, Huidobro aparece registrado en el Libro Becerro de las Behetrías como un lugar de behetría, y más tarde quedó bajo el dominio de los marqueses de Aguilar. Durante los siglos XVIII y XIX, la extracción de minerales trajo un periodo de prosperidad que se desvaneció con el abandono del lugar en 1964.
Situación actual Hoy en día, Huidobro es un núcleo prácticamente despoblado, habitado por una única familia, pero con un creciente interés por parte de visitantes que buscan el encanto de sus ruinas y paisajes. El caserío está dividido en dos barrios y presidido por su iglesia parroquial, que, a pesar de su estado ruinoso, sigue siendo un símbolo de la localidad. El acceso es cómodo gracias a las carreteras recientemente asfaltadas que conectan Huidobro con Sedano y otros pueblos del Valle de Sedano.
Situado en una hondonada entre los altos páramos del norte del Valle de Sedano, Huidobro se encuentra rodeado de un paisaje espectacular. El arroyo Turrientes, un afluente del Rudrón, recorre el entorno, creando un contraste entre los páramos calcáreos y la vegetación de ribera. La ubicación cercana al desfiladero de los Tornos y a otros parajes naturales como el río Rudrón hacen de Huidobro un destino ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Huidobro conserva vestigios de su pasado, como la antigua casa del concejo, que también fue residencia del obispo Ángel Marquina Corrales, nacido en el pueblo y obispo de Guadix entre 1922 y 1928. Aunque su casa-torre ya no existe, los visitantes pueden disfrutar de la tranquilidad de este enclave histórico y de las vistas únicas que ofrecen los páramos y los cañones que lo rodean