
Cubillo del Butrón
En lo alto de las parameras que anuncian el Cañón del Ebro se encuentra Cubillo del Butrón, una pequeña localidad del municipio del Valle de Sedano donde el silencio y la amplitud del paisaje mandan. Situado a pocos kilómetros de Pesquera de Ebro y en pleno cruce de caminos que conducen hacia Dobro y el Valle de Valdivielso, este rincón burgalés mantiene intacto el carácter de los pueblos que han sobrevivido a un territorio duro, abierto al viento y a la luz limpia de la meseta. Con muy pocos vecinos y un entorno que invita a respirar despacio, Cubillo es de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo.
Su historia ha estado siempre marcada por el aislamiento y las decisiones que dictaba la naturaleza. Aunque sufrió despoblación en épocas pasadas debido a lo inhóspito del terreno, el pueblo fue repoblado más adelante, conservando hasta hoy testimonios materiales de su larga trayectoria. Entre ellos destaca su antigua iglesia románica de El Salvador, del siglo XII, testigo silencioso de épocas en las que estas parameras estaban mucho más habitadas. Cubillo del Butrón ha sido, en esencia, un refugio rural humilde pero cargado de memoria, donde cada piedra cuenta una pequeña parte del pasado del valle.
Hoy, Cubillo del Butrón atrae por esa mezcla tan suya de autenticidad, historia rural y paisaje abierto. Su iglesia románica —aunque en estado delicado— continúa presidiendo el cerro de entrada al pueblo, ofreciendo al viajero una estampa inconfundible y recordándole la profundidad histórica de este lugar. Las casas dispersas, los corrales y las sendas antiguas ayudan a entender por qué sigue siendo un rincón especial para quienes buscan descubrir la esencia más pura del Valle de Sedano, lejos del ruido y las prisas.
Las actividades en este entorno giran en torno a la naturaleza y la contemplación. Desde Cubillo parten caminos que se adentran en el Cañón del Ebro, ideales tanto para senderistas como para ciclistas que quieran disfrutar de un paisaje grandioso y, a la vez, íntimo. Es un buen punto para fotografiar la amplitud de las parameras, seguir rutas tradicionales o simplemente dejarse envolver por la tranquilidad de un pueblo pequeño con mucha historia detrás. Cubillo del Butrón invita a llegar sin prisa y marcharse con ganas de volver.






