Ermita de Quintanilla de las Viñas
La Ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas, situada en la comarca de Tierra de Lara, es uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura visigoda en la península ibérica, datada en el** siglo VII**. Su construcción y su simbología ofrecen una rica mezcla de elementos artísticos, destacando especialmente por sus relieves decorativos y la incorporación de materiales romanos reutilizados. Declarada Monumento Nacional en 1929, esta ermita es un hito de la historia religiosa y arquitectónica de la provincia de Burgos.
Historia
Esta ermita se cree que fue construida en el siglo VII, en plena época visigoda, y se ubica en un antiguo alfoz o distrito administrativo de Lara. A finales del siglo XIX y principios del XX, comenzó a recibir la atención de investigadores, y fue el cronista Luciano Huidobro quien la catalogó como de origen mozárabe, lo que ayudó a ponerla en valor. Durante el siglo IX, la ermita sufrió algunas restauraciones, posiblemente bajo la dirección de la condesa Flámula, hermana de Muniadona, la madre de Fernán González. Estas adaptaciones reflejan la importancia del lugar y su continua utilización religiosa a lo largo de los siglos.
Características
Arquitectura y Estructura: La ermita conserva la capilla mayor y el transepto, aunque se cree que en su origen contaba con una nave central y dos laterales. Construida con grandes sillares de caliza, presenta un estilo sólido y austero típico de la arquitectura visigoda. Destaca el arco toral de herradura, una estructura innovadora para su época, y el ábside cuadrado, elementos característicos de las iglesias visigodas.
Decoración y Relieves:
En los muros exteriores y en el arco toral se aprecian frisos con motivos vegetales y geométricos, así como representaciones de animales. Estos frisos incluyen elementos como racimos de uvas, aves y roleos, dispuestos en círculos, algo inusual en la decoración de la época. Los capiteles presentan bajorrelieves de gran calidad, como las alegorías del Sol y la Luna, sostenidos por ángeles, que añaden un toque de simbolismo religioso profundo, posiblemente representando la dualidad de Cristo como luz y vida.
Elementos Mozárabes y Romanos:
La estructura incorpora materiales reutilizados de origen romano, algo común en la época visigoda. Estos materiales y elementos de origen romano contribuyen a un diseño de estilo basilical que combina lo mejor de las tradiciones arquitectónicas clásicas y visigodas.
Uso y Conservación
La ermita ha sido utilizada a lo largo de los siglos como espacio de culto cristiano y mantiene su importancia histórica y cultural en la actualidad. A pesar de estar parcialmente en ruinas, su valor arquitectónico y artístico la ha convertido en un sitio protegido y un monumento nacional. Los relieves y la simbología de sus muros han suscitado interpretaciones sobre el cristianismo primitivo y las influencias de las culturas que se asentaron en la península.
Viento: 7 km/hHumedad: 89%