Iglesia de Santa María
La** Iglesia de Santa María la Real** es, sin duda, uno de los mayores tesoros arquitectónicos de Aranda de Duero. Este majestuoso** templo gótico** es una parada obligada para cualquier visitante de la ciudad, destacando por su impresionante portada-retablo y su rica historia, que lo convierten en un referente cultural y religioso en la región.
Historia
La Iglesia de Santa María se erige sobre los** cimientos de una iglesia románica** anterior, de la que solo ha sobrevivido la torre. La reconstrucción del templo en estilo** gótico comenzó en 1439**, posiblemente bajo la dirección de los maestros de la diócesis de Osma. Este proyecto formaba parte del auge arquitectónico que vivió Aranda de Duero durante el siglo XV.
En 1473, el Concilio de Aranda, un importante evento eclesiástico, tuvo lugar en la ciudad. Sin embargo, es posible que no se celebrara en esta iglesia debido a que aún estaba en construcción en ese momento. Para 1503, según un plano de la ciudad, la iglesia estaba prácticamente terminada, a excepción de la espectacular portada isabelina, que se añadiría en el** siglo XVI**.
Arquitectura
La Iglesia de Santa María es un excelente ejemplo del gótico flamígero, con su planta de cruz latina y tres capillas adosadas inicialmente, a las que se añadió una cuarta para las cofradías. El interior del templo se ilumina gracias a las vidrieras y rosetones, que probablemente datan del siglo XVII. Estas vidrieras permiten que la luz natural bañe el interior de la iglesia, realzando la belleza de sus detalles arquitectónicos.
Uno de los elementos destacados del interior es la subida al coro, construida en 1523, sustituyendo a una escalera de caracol previa. Se añadieron dos nuevas escaleras, aunque una de ellas fue inutilizada posteriormente. En el interior también se encuentra un retablo renacentista del siglo XVI, que sustituyó a uno anterior que se quemó. Este retablo, aunque no ocupa su ubicación original debido a cambios en los modelos litúrgicos, sigue siendo una pieza central en la decoración del templo. Además, el púlpito de madera, con su elaborado tallado, es otra joya del mobiliario eclesiástico.
La Portada-Retablo
El elemento más sobresaliente de la Iglesia de Santa María es su magnífica portada-retablo, dedicada a la Virgen María. Construida entre 1500 y 1516, esta fachada es una obra maestra del final del gótico, atribuida a Simón de Colonia y finalizada por su hijo, Francisco de Colonia. La portada es un ejemplo impresionante de la arquitectura gótica flamígera, donde la fachada misma se convierte en un retablo esculpido.
La portada está completamente recubierta de una exquisita iconografía que incluye figuras de santos y escenas clave de la vida de Cristo, desde su nacimiento hasta su crucifixión. Esta obra de arte no solo es un testimonio de la habilidad de los maestros canteros de la época, sino también una muestra de la devoción y el fervor religioso que caracterizó el periodo. Las figuras, esculpidas con un nivel de detalle excepcional, parecen cobrar vida mientras cuentan historias sagradas a los fieles y visitantes.
Uso Actual y Conservación
Hoy en día, la Iglesia de Santa María sigue siendo un lugar de culto activo y un importante centro de la vida religiosa en Aranda de Duero. El templo acoge misas, bodas y otros eventos eclesiásticos, manteniendo viva la tradición religiosa de la ciudad. Además, su valor arquitectónico e histórico atrae a numerosos turistas y amantes del arte que vienen a admirar su belleza.
La conservación de la iglesia ha sido una prioridad a lo largo de los siglos. Diversas restauraciones han asegurado que tanto la estructura como los elementos decorativos, especialmente la portada-retablo, se mantengan en excelentes condiciones, permitiendo que futuras generaciones puedan disfrutar de este patrimonio.
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