
Castillo de Arreba
El Castillo de Arreba es una pequeña fortaleza medieval situada sobre la Peña de Nava, a unos 942 metros de altitud, justo a la entrada del pueblo de Arreba, en el municipio de Valle de Manzanedo, en la comarca de Las Merindades, al noroeste de la provincia de Burgos. Solo quedan vestigios de sillería y muro, pero su presencia sigue delimitando la línea divisoria entre el pasado fronterizo y el paisaje actual del valle.
Historia
Las primeras menciones del castillo datan del siglo XI, aunque su lugar estratégico fue clave desde mucho antes. En los siglos VIII y IX sirvió como baluarte durante la repoblación de la Bardulia por montañeses procedentes del norte. Tras 1035, quedó bajo dominio del rey García de Navarra, y su tenente —Salvador González— administró este territorio, que retorno a los castellanos tras la batalla de Atapuerca el 1 de septiembre de 1054, tan solo nueve años después y que más tarde pasaría a la casa de los Velasco. El enclave vigilaba el paso entre el valle del Ebro y las tierras interiores de Castilla y Navarra.
Características
El castillo, de planta triangular de apenas unos 20×5 metros, está compuesto por muros de mampostería y sillar parcialmente conservados, restos de una torre principal y un foso natural. Su acceso fue acondicionado recientemente con escaleras y un pequeño mirador que permite contemplar las vistas panorámicas del Valle de Manzanedo y sus sierras.
Uso y conservación
Hoy en día, el Castillo de Arreba está en ruina progresiva, pero sigue accesible gracias a senderos balizados desde el pueblo. Se ha habilitado una plataforma-mirador con barandillas y paneles informativos para facilitar su visita. Es un recurso patrimonial libre y muy valorado por quienes disfrutan de la historia y el paisaje.
Viento: 0 km/hHumedad: 93%







