
Necrópolis de Santa María de Tejuela
A solo 1,5 km del tranquilo núcleo de Villanueva Soportilla, sobre una plataforma rocosa junto al río Ebro, se encuentra la Necrópolis de Santa María de Tejuela. Este yacimiento altomedieval, rodeado por un frondoso bosque de encinas y quejigos, es una de las necrópolis más destacadas de la provincia de Burgos, tanto por su extensión como por su misteriosa arquitectura funeraria.
Historia
Habitada entre los siglos VIII y XI (algunos dicen hasta el XII), esta zona fue ocupada por una comunidad aldeana dedicada a la agricultura y ganadería, con fuertes raíces cristianas. Excavaciones en los años 70 (gracias a Mariano Valdizán) y entre 2010–2012 (lideradas por Aratikos Arqueólogos y la Diputación) sacaron a la luz más de 300 tumbas, restos de un templo, viviendas y ese enigmático edículo excavado en la roca.
Características
Tumbas: Más de 300, hasta casi 400 —algunos cómos documentan 340— entre tumbas antropomorfas excavadas en la roca, tumbas de lajas, mixtas y sarcófagos de piedra para miembros prominentes de la comunidad. Todas orientadas Este-Oeste, sin ajuar, y cubiertas con losas monolíticas o lajas.
Edículo: Una cámara monolítica tallada en arenisca vaciada, posiblemente un eremitorio visigodo o una iglesia con ábside y nártex, con planta rectangular y cúpula en su parte superior.
Poblado asociado: Apenas quedan restos, pero se han documentado cimientos adosados al roquedo y viviendas vinculadas.
Uso y conservación
Después de su redescubrimiento en los años 70 y nuevas excavaciones en 2010–2012, la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León invirtieron más de 111 395 € en su restauración y puesta en valor: limpieza, topografía, restauración, miradores, área de aparcamiento y señalización. Es un recurso cultural y turístico consolidado, con acceso acondicionado y entorno preparado para su disfrute.
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