
Potro de Herrar de Huérmeces
En Huérmeces, junto a su caserío, se conserva un potro de herrar tradicional, un testimonio tangible del pasado rural y ganadero del municipio. Esta estructura etnográfica, cuidadosamente restaurada, nos transporta a una época en la que los animales de tiro —fundamentales para el trabajo agrícola y el transporte— recibían atención artesanal tras su uso diario.
Historia
El potro de herrar es una construcción agrícola medieval y moderna, habitual en pueblos con fuerte tradición ganadera. Aunque no hay una fecha exacta de su instalación en Huérmeces, su función durante siglos ha sido inmovilizar al ganado para herradores locales, quienes curaban sus cascos o les colocaban herraduras. Esta herramienta dejó de usarse con la mecanización del campo, pero gracias al interés comunitario ha sido recuperada como símbolo patrimonial.
Características
Se compone de cuatro postes verticales —normalmente de piedra— unidos por vigas de madera. Incluye un yugo frontal para sujetar la cabeza del animal, cinchas que se ajustaban bajo el vientre y un rodillo giratorio que permitía levantar las patas delantera y trasera, inmovilizando al animal para facilitar el trabajo del herrador.
Uso y conservación actual
Hoy el potro ya no cumple su función original, pero permanece conservado y cuidado como elemento patrimonial. Su presencia en el entorno rural invita a reflexionar sobre el oficio del herrador, la vida agrícola tradicional y el ingenio popular para resolver tareas cotidianas. El elemento está integrado en rutas etnográficas locales y su estado de conservación es notable en comparación con otros pueblos de Castilla.
Viento: ... km/hHumedad: ...%



