
Humilladero de las Ánimas
El humilladero de las Ánimas se encuentra justo a la salida de Sargentes de la Lora, en la pista que conduce hacia el célebre dolmen de La Cabaña. Esta pequeña capilla de mampostería forma parte del paisaje cultural y espiritual del pueblo, y habitualmente servía a viajeros y peregrinos para hacer una oración o pedir protección antes de continuar su camino.
Historia
Aunque no existen documentos que lo daten con precisión, los humilladeros son elementos tradicionales que surgieron en la Edad Media y fueron muy frecuentes en los caminos castellanos. Este en particular está asociado al recorrido hacia el dolmen, que ya desde tiempos prehistóricos marcaba un lugar relevante en el territorio. Su función siempre ha sido la de otorgar un espacio de recogimiento y fe en la entrada o salida del pueblo.
Características
Se trata de una construcción modesta pero simbólica: muros de mampostería encalada, techumbre a dos aguas, y en el interior una hornacina de medio punto que alberga una imagen religiosa, posiblemente la Virgen con el Niño—típica en estas estructuras votivas. Su sencillez, limpieza arquitectónica y ubicación lo convierten en un punto significativo en la salida del núcleo urbano.
Uso y conservación actual
El humilladero sigue en pie y cumple aún su rol simbólico, aunque ya no recibe culto regular. Forma parte del patrimonio local y acompaña a quienes emprenden caminatas hacia el entorno megalítico. Su buena conservación se debe al cuidado comunitario, y se mantiene como elemento reconocible en las rutas rurales y senderos didácticos de la zona.
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