Escultura "El Abuelo"

La escultura El Abuelo, situada en la localidad burgalesa de Mecerreyes, es una obra emblemática que rinde homenaje a la figura de los mayores del mundo rural. Ubicada en el poyo del Mesón de Frutos, esta pieza se integra en el conjunto escultórico al aire libre que caracteriza al municipio, convirtiéndolo en un auténtico museo viviente. La escultura representa a un anciano sentado, vestido con atuendo tradicional castellano, y se ha convertido en un símbolo de respeto y reconocimiento hacia las generaciones que forjaron la identidad del pueblo.

Historia

Realizada en 2008 por el escultor local Ángel Gil Cuevas, El Abuelo fue encargada por Javier Alonso, propietario del Mesón de Frutos, con el propósito de honrar a los mayores de la comunidad. La obra fue colocada en el poyo del mesón en agosto de 2009, coincidiendo con las festividades locales. Ángel Gil, natural de Mecerreyes y conocido por su compromiso con la cultura y tradiciones del pueblo, ha contribuido significativamente al patrimonio artístico local con diversas esculturas que rememoran oficios y costumbres tradicionales.

Características

La escultura, fundida en bronce mediante la técnica de cera perdida, presenta dimensiones aproximadas de 170 x 65 x 60 cm. Representa a un anciano con vestimenta típica de pana y bastón, sentado en actitud serena y reflexiva. La obra destaca por su realismo y atención al detalle, capturando la esencia y dignidad de los mayores del entorno rural castellano. Su ubicación en el exterior del Mesón de Frutos permite una interacción directa con los visitantes y habitantes del pueblo.

Uso y conservación actual

El Abuelo forma parte del recorrido escultórico de Mecerreyes, que incluye una decena de piezas distribuidas por las calles del municipio. Este proyecto, impulsado por el propio Ángel Gil y con la colaboración del Ayuntamiento y vecinos, busca preservar y difundir la memoria colectiva del pueblo. La escultura se mantiene en buen estado gracias al cuidado de la comunidad y al respeto que suscita entre quienes la visitan. Su presencia continúa inspirando a generaciones actuales y futuras sobre la importancia de valorar nuestras raíces.