El Paseo de los Cubos está situado en la parte occidental del casco histórico de Burgos, cerca del Castillo de Burgos y junto a la histórica Puerta de San Martín. Este paseo sigue el trazado de la muralla medieval de la ciudad, destacando por sus torres semicirculares, conocidas como "cubos", que sobresalen de la muralla y ofrecían una mayor capacidad defensiva. Este tramo de la muralla, bien conservado, es un testimonio clave de la historia militar de Burgos.
Además de su relevancia como fortificación, el Paseo de los Cubos está vinculado a la antigua Judería de Burgos, que se extendía por esta parte de la ciudad. La muralla servía no solo para proteger el casco urbano, sino también para salvaguardar a las comunidades judía y cristiana que convivían en la ciudad medieval.
La muralla y la defensa de Burgos La construcción de la muralla de Burgos comenzó en el siglo XII, en respuesta al crecimiento de la ciudad y su importancia estratégica en el reino de Castilla. El Paseo de los Cubos es uno de los tramos mejor conservados de esta muralla, y su diseño con torres semicirculares permitía a los defensores controlar mejor los ángulos y puntos vulnerables.
El Paseo de los Cubos era parte fundamental de la defensa de la ciudad, y estaba conectado con el Castillo de Burgos, que ocupaba una posición estratégica en la colina sobre la ciudad. Además, la cercanía a la Judería medieval hacía que este tramo de la muralla fuera especialmente importante para proteger a esta influyente comunidad burgalesa.
La Judería de Burgos y su relación con la muralla La Judería de Burgos se encontraba en las inmediaciones del Paseo de los Cubos, alrededor de la Puerta de San Martín y el barrio de San Martín. Esta comunidad judía, una de las más relevantes de Castilla durante la Edad Media, contribuyó significativamente al desarrollo económico y cultural de la ciudad.
La muralla protegía a los judíos que vivían en esta parte de Burgos, permitiendo el acceso controlado a la Judería a través de la Puerta de San Martín. Tras la expulsión de los judíos en 1492, este barrio fue progresivamente abandonado, pero la historia y la influencia de esta comunidad perduran en la memoria de la ciudad.
La Puerta de San Martín: Entrada de reyes y peregrinos La Puerta de San Martín no solo era un elemento defensivo clave de la muralla, sino que también tenía un papel ceremonial y simbólico. Durante siglos, esta puerta fue la entrada oficial de los monarcas a la ciudad de Burgos. Cuando los reyes llegaban a la ciudad, tenían que detenerse ante esta puerta y solicitar permiso para entrar, un acto protocolario que resaltaba la importancia de Burgos como centro político y religioso.
Además, la Puerta de San Martín ha sido durante siglos la puerta de salida de los peregrinos en el Camino de Santiago. Después de visitar la Catedral de Burgos y otros lugares importantes de la ciudad, los peregrinos salían por esta puerta para continuar su peregrinaje hacia Santiago de Compostela. A día de hoy, sigue siendo un punto de referencia para los caminantes que recorren la ruta jacobea.
El paseo en la actualidad El Paseo de los Cubos es uno de los lugares más evocadores de Burgos, ofreciendo una caminata tranquila por un tramo de la muralla medieval bien conservado. Desde el paseo, se pueden observar los cubos o torres semicirculares que servían como refuerzos defensivos, y disfrutar de vistas del casco histórico de la ciudad.
El paseo está directamente conectado con otros puntos de interés, como el Castillo de Burgos, la Puerta de San Martín y la Puerta de San Esteban, formando una ruta llena de historia medieval y un vínculo directo con el pasado de la ciudad.