Puente de San Pablo
El Puente de San Pablo en Burgos es uno de los accesos más importantes al centro histórico de la ciudad y tiene una relación simbólica y artística con la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Este puente conecta dos zonas clave de la ciudad, pero también está cargado de historia y monumentos que rinden homenaje al héroe burgalés y su círculo más cercano.
Historia del Puente de San Pablo
Las primeras noticias sobre el Puente de San Pablo datan del año 1242, cuando se construyó para mejorar el acceso a la ciudad desde el sur, aunque es posible que existiera un puente anterior en ese mismo lugar. El nombre del puente proviene del antiguo Convento de San Pablo, un monasterio dominico que se encontraba en la margen izquierda del río Arlanzón, en la zona donde actualmente se erige el Museo de la Evolución Humana. Este convento fue un referente en su tiempo, aunque ya no queda rastro de él.
Cruzando el puente, los viajeros se encontraban con la desaparecida** Puerta de San Pablo**, que daba acceso a la ciudad amurallada. La puerta, reconstruida en el siglo XVIII, era una de las entradas principales a la Plaza del Mercado Mayor, hoy conocida como la Plaza Mayor de Burgos.
A lo largo de los siglos, el puente sufrió múltiples reparaciones debido a las crecidas del río Arlanzón, que lo derribaron en varias ocasiones. Destacan las restauraciones realizadas en el siglo XVI y las del siglo XVIII a cargo del arquitecto Julián de Arbaiza. Finalmente, a mediados del siglo XX, el puente fue ampliado para adaptarlo al creciente tráfico de la ciudad, y se aprovechó este momento para darle un carácter monumental.
Proyecto escultórico y homenaje al Cid
En el siglo XX, en un momento de gran efervescencia cidiana en Burgos, la Corporación Municipal decidió llevar a cabo un ambicioso proyecto escultórico en torno al puente, diseñado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia. Aunque el proyecto no se completó en su totalidad, se decidió adornar el puente con un conjunto de ocho estatuas que representan a personajes históricos y legendarios vinculados con el Cid Campeador.
El diseño de las esculturas fue encargado a través de un concurso nacional, que fue ganado por el escultor Joaquín Lucarini. En 1954, Lucarini esculpió las figuras en la dura piedra de Hontoria, dotándolas de una gran fuerza y monumentalidad, acorde con los cánones estéticos de la época. Las estatuas se disponen a los lados del puente, formando una especie de cortejo de piedra que acompaña al héroe en su salida de Burgos hacia el destierro, una escena evocada en el Cantar de mío Cid.
Estatuas en el Puente de San Pablo
Las figuras, distribuidas en ambos lados del puente, representan a los personajes clave que acompañaron o influyeron en la vida del Cid:
Doña Jimena: En el pretil derecho del puente, la primera estatua es la de Doña Jimena, la esposa del Cid. Simboliza la lealtad y el amor que le profesaba, apoyándolo durante su vida y, tras su muerte, gobernando Valencia en su nombre.
San Sisebuto: A continuación, aparece la figura del abad del Monasterio de San Pedro de Cardeña, San Sisebuto, quien tuvo una gran influencia en la vida religiosa del Cid. En este monasterio se conserva la tumba de Rodrigo Díaz de Vivar.
Bengalbón (Abelgalbón): El siguiente personaje es Bengalbón, el alcalde musulmán de Molina de Aragón y amigo del Cid. Su presencia destaca la diversidad de alianzas del Cid, que mantuvo relaciones con cristianos y musulmanes.
Jerónimo de Perigord: Le sigue Jerónimo de Perigord, un ilustrado clérigo francés que se unió al Cid en su lucha contra los moros y que, tras la reconquista de Valencia, fue nombrado obispo de la ciudad.
Diego Rodríguez: En el pretil izquierdo, la primera estatua representa a Diego Rodríguez, el único hijo varón del Cid y Jimena, quien murió joven en batalla, dejando un vacío en la descendencia directa del héroe.
Martín Antolínez: A continuación, aparece Martín Antolínez, el "burgalés cumplido", uno de los caballeros más fieles del Cid, que lo acompañó en su destierro y aparece en el Cantar de mio Cid como un hombre de gran lealtad.
Martín Muñoz, conde de Coimbra: Este noble, también aliado del Cid, jugó un papel importante en las campañas de Rodrigo Díaz. Su estatua recuerda su fidelidad al Cid y su relevancia en la conquista de territorios.
Alvar Fáñez Minaya: Por último, encontramos la estatua de Alvar Fáñez, sobrino y hombre de confianza del Cid. Alvar Fáñez acompañó a Rodrigo en sus principales campañas y fue uno de sus más cercanos colaboradores.
Conexión del puente con el Cid
El Puente de San Pablo, más allá de su funcionalidad como acceso sobre el río Arlanzón, es un monumento simbólico dedicado al Cid Campeador. Su cercanía a la Plaza del Mío Cid, donde se erige la famosa estatua ecuestre del Cid, y la disposición de las estatuas en forma de cortejo, simbolizan la despedida del héroe al dejar Burgos tras ser desterrado por el rey Alfonso VI.
Viento: 2 km/hHumedad: 89%