Lavadero de Frías
El Lavadero de Frías, situado junto al** río Molinar **y al comienzo de la colina de San Roque, es uno de los rincones más pintorescos y con mayor valor histórico de la ciudad. Este antiguo lavadero medieval, conocido como el Lavadero de Las Fuentecillas, ha sido testigo de siglos de vida cotidiana, donde las mujeres del pueblo acudían a lavar las prendas aprovechando las abundantes aguas que nacen en este lugar.
Historia y uso
El Lavadero de Frías fue durante siglos un punto central de la vida diaria de la ciudad. Alimentado por las aguas cristalinas que brotan de las fuentes conocidas como Las Fuentecillas, este lavadero era el lugar donde las mujeres del pueblo se reunían para lavar la ropa y socializar, mientras se aprovechaban de la abundancia de agua que corre de manera constante tanto en invierno como en verano.
Su diseño funcional permitía un fácil acceso al agua, y las grandes losas inclinadas sobre las que las mujeres se arrodillaban facilitaban las tareas de lavado, enjabonado y aclarado de las prendas. Era común que estas mujeres transportaran las ropas en baldes apoyados sobre sus cabezas, un testimonio de la dureza del trabajo diario en aquella época.
Arquitectura
El Lavadero de Frías es un ejemplo de arquitectura sencilla pero muy funcional, construido principalmente con piedra. Su estructura está diseñada para proteger a las personas que lo usaban de las inclemencias del tiempo.
Paredes de piedra y columnas:
Las paredes de piedra, sólidas y resistentes, están interrumpidas en su parte superior por columnas que crean ventanas abiertas, permitiendo la entrada de luz y ventilación, a la vez que ofrecen un toque arquitectónico interesante al lavadero.
Tejado:
El techo triangular, sostenido por gruesas vigas de madera, cubre el espacio de manera efectiva, protegiendo el lavadero y el estanque interior de las lluvias y del sol, lo que permitía que se pudiera usar en cualquier época del año.
Interior:
El interior del lavadero tiene una forma rectangular. En el centro se encuentra el estanque de agua, rodeado de grandes losas que formaban el área de lavado. Las losas están inclinadas, facilitando que las mujeres pudieran arrodillarse mientras trabajaban en sus tareas diarias.
El entorno de Las Fuentecillas
El río Molinar y las Fuentes de Las Fuentecillas ofrecen un entorno natural privilegiado para el lavadero. Estas aguas puras y frescas son las que alimentan el lavadero y son permanentes a lo largo de todo el año, lo que garantizaba a los habitantes de Frías una fuente inagotable de agua para sus necesidades diarias.
Viento: 1 km/hHumedad: 89%