Iglesia del Espíritu Santo (antigua Iglesia de San Nicolás)
La Iglesia del Espíritu Santo de Miranda de Ebro es el templo más antiguo de la ciudad y una joya del románico con elementos góticos. Situada a orillas del río Ebro, cerca del Puente de Carlos III, esta iglesia ha sido testigo de más de ocho siglos de historia, desempeñando un papel clave en la vida religiosa y social de Miranda. Originalmente conocida como la Iglesia de San Nicolás, su historia está vinculada a los primeros asentamientos medievales y a los fueros que regían las relaciones entre los habitantes de ambas orillas del Ebro.
Historia
La construcción de la iglesia actual data del siglo XIII, aunque su origen es aún más antiguo. El fuero de Miranda de 1099 menciona una iglesia previa dedicada a San Nicolás, que ocupaba el mismo lugar. Esta iglesia original era utilizada como iglesia juradera, donde los habitantes de la zona resolvían disputas legales. Según la tradición, incluso el Cid Campeador habría orado en este lugar durante el siglo XI junto a sus caballeros.
La iglesia fue testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo la unión de los reinos de Castilla y León en 1230, lo que podría estar simbolizado por los motivos del castillo y el león esculpidos en los capiteles de la portada.
El** 3 de junio de 1931**, la iglesia de San Nicolás fue declarada Monumento Histórico-Artístico de interés nacional, lo que subraya su importancia patrimonial. Sin embargo, en 1936, durante la Guerra Civil Española, la iglesia fue gravemente dañada por un incendio provocado, lo que dejó el templo en ruinas durante casi cuatro décadas. En 1972, fue restaurada y reabierta al culto, adoptando la nueva advocación del Espíritu Santo, ya que la de San Nicolás fue transferida a otra iglesia construida en 1945.
El templo ha seguido siendo restaurado y conservado a lo largo de los años. En 2003, se realizó una importante intervención en el ábside, que había sido seriamente deteriorado por los efectos de la contaminación y el paso del tiempo.
Descripción arquitectónica
La Iglesia del Espíritu Santo es un ejemplo del románico de transición hacia el gótico, con planta de cruz latina y una nave única de dimensiones modestas. Dos elementos destacan particularmente en su arquitectura:
El Ábside Pentagonal: El ábside de la iglesia, datado en la segunda década del siglo XIII, es una de las características más notables del templo. Está compuesto por cinco paños separados por robustos contrafuertes prismáticos, cada uno de ellos decorado con pares de columnas cilíndricas. Estas columnas ascienden hasta la segunda línea de imposta, donde las cornisas conectan con el alero del tejado mediante columnas más pequeñas. En cada uno de los paños se abren ventanas abocinadas enmarcadas por arquivoltas de medio punto, que resaltan el grosor de los muros y aportan una sensación de robustez. Algunos capiteles y canecillos originales están gravemente erosionados, pero aún pueden apreciarse detalles, como rostros esculpidos en los capiteles. Este ábside es un testimonio de la elegancia del románico, aunque expuesto a los elementos durante siglos.
La Portada Románica: La portada de la iglesia, situada en el lado meridional (lado de la Epístola), está compuesta por tres arquivoltas apuntadas, decoradas con motivos geométricos y apoyadas en seis columnas lisas. Los capiteles de la portada presentan motivos vegetales y escenas simbólicas relacionadas con la religión, el pecado y la unión del Reino de Castilla y León (castillo y león esculpidos). Hasta 1936, la portada estaba protegida por un pórtico de madera que fue destruido durante la guerra. Este elemento, de inspiración gótica, subraya la transición de estilos que caracteriza el templo.
Interior
El interior de la iglesia ha sido modificado a lo largo del tiempo, especialmente tras las restauraciones realizadas en el siglo XX. Sin embargo, la cabecera del templo conserva su valor histórico, con el ábside visible debido a la ausencia de un retablo en la Capilla Mayor. La bóveda del ábside es de arista, formada por gruesas nervaduras. Otros elementos notables incluyen el campanario y el coro, que fueron añadidos en el siglo XVI.
Estado de conservación
Gracias a las restauraciones realizadas en los siglos XX y XXI, la Iglesia del Espíritu Santo se mantiene en buen estado. El trabajo de limpieza y restauración del ábside en 2003 fue crucial para su conservación, permitiendo que los visitantes puedan apreciar los detalles románicos, aunque algunos elementos, como los capiteles y los canecillos, siguen afectados por el desgaste del tiempo.
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