Monumento al Cid Campeador

El Monumento al Cid en Vivar del Cid es una de las obras más representativas de esta pequeña localidad, cuna de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador. La estatua en bronce del legendario caballero, junto con otros elementos simbólicos del entorno, recuerdan la importancia histórica y cultural del Cid, tanto para el pueblo como para toda España. Este monumento, además, es el punto de partida de la célebre Ruta del Cid, que recorre los lugares vinculados a las hazañas del Campeador.

Historia

El monumento fue originalmente** inaugurado en 1963**, con una escultura en cemento donada por el escultor** Francisco Catalá**. Debido a su deterioro con el paso del tiempo, la escultura fue reemplazada por una nueva versión en bronce, que es la que se puede ver hoy en día. La estatua representa al Cid en pie, empuñando su espada y con una postura firme, simbolizando su valentía y liderazgo.

El conjunto monumental incluye también un hito de piedra donde se recogen dos versos del Cantar de Mio Cid, que hacen alusión al origen del Cid en Vivar y a su nacimiento en una “buena hora”. Estos versos son los siguientes: “¡Yo soy Ruy Díaz, el Cid Campeador de Vivar!” (verso 721) “el que en buena hora nació” (verso 3132)

Descripción del Monumento

El monumento está formado por una estatua del Cid en bronce, que ha sustituido a la anterior de cemento, y una fuente rodeada de jardines. El Cid aparece de pie, con su espada desenvainada y levantada en señal de mando. La figura se alza sobre una base de piedra, y detrás de él se puede ver una gran roca, lo que aporta a la escena un aire de fuerza y solemnidad.

A un costado de la estatua, en el suelo del jardín, se pueden observar las palabras "Ego Ruderico", que fue la firma que Rodrigo Díaz de Vivar utilizaba en algunos documentos históricos. Este detalle añade un vínculo directo con el propio Cid, haciendo que el visitante sienta la proximidad histórica con el legendario caballero.

Especificaciones arquitectónicas y significación

El monumento destaca por su sobriedad y monumentalidad. La figura en bronce, de casi tres metros de altura, se erige con un diseño que refleja la esencia de un guerrero en su plenitud. La roca en el fondo y las letras en mármol del suelo contribuyen a una atmósfera solemne, complementada por la fuente que rodea el espacio.

Este lugar tiene un profundo significado para la historia local y nacional, al ser el pueblo donde nació el Cid Campeador. Además, su importancia simbólica va más allá del homenaje visual, ya que marca el inicio de la Ruta del Cid, un recorrido turístico que sigue los pasos del Cid desde su destierro, tal y como se narra en el Cantar de Mio Cid.