Puente Medieval
El Puente Medieval de Lerma, situado sobre el** río Arlanza**, es una de las construcciones más emblemáticas de la villa de Lerma. Este puente no solo facilitaba el acceso a la villa fortificada en la Edad Media, sino que también formaba parte del estratégico Camino Real, que conectaba Madrid con Burgos y continuaba hacia Francia. Su relevancia histórica y su integración en el paisaje lo convierten en un monumento clave del patrimonio arquitectónico de la localidad.
Historia
El puente original data de la Edad Media, coincidiendo con la amurallación de Lerma y la necesidad de fortalecer los accesos a la villa. Aunque se desconoce con precisión si hubo una construcción anterior en este mismo lugar, es probable que ya existiera un paso primitivo para el Camino Real, que debía atravesar el río Arlanza en este punto. A lo largo del tiempo, el puente fue testigo de la evolución de la villa y su importancia como vía de comunicación hacia el norte de la península.
Durante el siglo XVII, bajo la influencia del Duque de Lerma, el puente fue restaurado y embellecido, adaptándolo a los lujosos jardines y espacios de recreo que el duque creó en los márgenes del río. En estos jardines, el puente adquirió un valor estético adicional, integrándose en un entorno lleno de fuentes de alabastro, estanques y figuras de mármol, lo que lo convirtió en una parte esencial del conjunto paisajístico que rodeaba la villa ducal.
Características arquitectónicas
El Puente Medieval de Lerma está construido en piedra y presenta un diseño robusto y funcional típico de las infraestructuras medievales. Cuenta con varios arcos, cuyos pilares se asientan firmemente en el lecho del río. Los arcos apuntados, característicos del estilo gótico, proporcionan solidez y elegancia a la estructura.
La restauración llevada a cabo en el siglo XVII respetó en gran medida su diseño original, aunque añadió detalles decorativos que mejoraron su integración con los jardines ducales. El puente, aunque sencillo en su aspecto general, demuestra el ingenio de la ingeniería medieval adaptada para el paso tanto de peatones como de carruajes.
Conservación y uso actual
Hoy en día, el Puente Medieval de Lerma se conserva en buen estado gracias a las restauraciones periódicas a las que ha sido sometido. Aunque cerrado al tráfico rodado, sigue siendo un importante atractivo turístico y se utiliza como un puente peatonal que permite a los visitantes cruzar el río mientras disfrutan de las impresionantes vistas de la ribera del Arlanza y de la villa.
Este puente, junto con el resto del casco histórico de Lerma, se ha integrado en las rutas turísticas de la provincia de Burgos, destacando por su historia y su valor arquitectónico.
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