
Plaza de Santa Clara
La Plaza de Santa Clara es uno de los espacios más importantes y monumentales de** Lerma**, una villa histórica en la provincia de Burgos. Ubicada en una zona elevada, entre los Monasterios de Santa Teresa y el Monasterio de la Ascensión del Señor, esta plaza ofrece unas vistas espectaculares sobre el valle del río Arlanza, a través del famoso** Mirador de los Arcos**. Es un punto clave de visita para aquellos que desean disfrutar de la belleza arquitectónica y paisajística de Lerma, así como de su rica historia.
Historia
La Plaza de Santa Clara fue construida a principios del siglo XVII como parte del ambicioso plan del Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, que transformó la villa en un importante centro de poder y vida cortesana. La plaza se convirtió en un espacio de tránsito y esparcimiento dentro del proyecto urbanístico del duque, que incluyó la construcción de diversos palacios y conventos en Lerma.
Uno de los elementos más representativos de la plaza es el Mirador de los Arcos, diseñado por el arquitecto real Juan Gómez de Mora. Este mirador ofrecía, además de vistas impresionantes, un apoyo estructural al pasadizo ducal, un corredor elevado que conectaba el Palacio Ducal con la Iglesia Colegial de San Pedro, permitiendo el paso privado de la corte. Las arcadas fueron restauradas en el siglo XVIII por el Duque del Infantado, cuyo escudo en piedra aún adorna el mirador.
Características arquitectónicas
La Plaza de Santa Clara es un espacio alargado y sobrio, caracterizado por su sencillez y serenidad. Está rodeada de edificaciones religiosas y monumentales, lo que le confiere una atmósfera solemne. En el centro de la plaza se encuentra el Monumento al Cura Merino, un homenaje a Jerónimo Merino Cob, famoso guerrillero durante la Guerra de la Independencia española.
El Mirador de los Arcos es una de las estructuras más destacadas de la plaza. Se trata de una serie de arcadas monumentales que no solo realzan la arquitectura del lugar, sino que también ofrecen unas vistas excepcionales sobre el valle del río Arlanza y los campos que rodean la villa. Este mirador es un símbolo de la importancia que tuvo Lerma en la corte de Felipe III, reflejando el esplendor y la grandeza de la época barroca.
Conservación y uso actual
Hoy en día, la Plaza de Santa Clara es uno de los puntos turísticos más frecuentados de Lerma. Su combinación de historia, arquitectura y vistas panorámicas la convierten en un lugar de encuentro ideal para los visitantes que exploran la villa. El Mirador de los Arcos sigue siendo uno de sus principales atractivos, mientras que el Monumento al Cura Merino recuerda a los visitantes la rica historia de la región y su papel en la lucha por la independencia de España.
Viento: 7 km/hHumedad: 83%







