Molino Solacuesta
El Molino de Solacuesta es un ejemplo representativo del patrimonio industrial y molinero de** Lerma**, situado a orillas del** río Arlanza**. A lo largo de su historia, ha sido testigo de importantes transformaciones, reflejando el desarrollo económico y social de la villa. En su origen, el molino aprovechaba las aguas canalizadas desde los jardines creados por el** Duque de Lerma** para el disfrute de la corte y sus invitados. Su función principal era la molienda de grano para la obtención de harina, una actividad esencial para la comunidad de la época.
Historia
El molino formaba parte de la** infraestructura hidráulica** de Lerma durante el Siglo de Oro español. El Duque de Lerma, como uno de los hombres más poderosos de su tiempo, no solo transformó la villa en un centro de poder político y religioso, sino que también desarrolló infraestructuras para el abastecimiento de alimentos, como este molino. Gracias a un sistema de canales que desviaban parte de las aguas del Arlanza, el molino funcionaba de manera eficiente, sirviendo tanto a los habitantes de Lerma como a los invitados de la corte. Este tipo de molinos eran fundamentales para la vida cotidiana en épocas donde el acceso a la harina era vital para la supervivencia y el comercio.
Características arquitectónicas y funcionamiento
El molino cuenta con una estructura sólida de piedra, típica de los molinos tradicionales de la región. Está situado cerca de los antiguos jardines del Duque de Lerma, y se encuentra en una zona donde el cauce del río Arlanza fue modificado para generar energía hidráulica.
Durante su operación original, el molino funcionaba mediante un sistema de rodillos y piedras de moler, que se movían con la fuerza del agua canalizada desde el río. Esta técnica permitía moler diferentes tipos de grano, que se transformaban en harina para el consumo local y comercial.
Conservación y uso actual
En 2003, tras un largo periodo de abandono, el Molino de Solacuesta fue restaurado y rehabilitado para darle un nuevo uso cultural. Hoy en día, el edificio alberga un espacio dedicado a la cultura del vino, en particular de los vinos de la Denominación de Origen Arlanza, una zona vitivinícola en crecimiento. La restauración no solo devolvió la vida al molino, sino que también le dio un nuevo propósito como punto turístico y espacio para eventos relacionados con la promoción del vino y su historia.
Este uso moderno ha permitido conservar el molino como una parte importante del patrimonio de Lerma, integrando el pasado molinero de la región con su presente enológico. En el interior del molino, se pueden apreciar las estructuras originales mientras se disfruta de catas y exposiciones relacionadas con el mundo del vino.
Viento: 3 km/hHumedad: 93%