Ermita de la Piedad

La** Ermita de la Piedad** es uno de los vestigios históricos más significativos de Lerma, y aunque hoy en día es conocida como ermita, en sus orígenes fue la Iglesia de San Juan, la sede parroquial de la villa hasta que perdió su relevancia con la construcción de la majestuosa Iglesia de San Pedro, el nuevo templo principal de la localidad. Situada estratégicamente en un cruce de caminos importante, la ermita ha sido testigo del crecimiento y evolución de Lerma a lo largo de los siglos.

Historia

La Ermita de la Piedad fue originalmente construida como la Iglesia de San Juan, siendo la primera iglesia parroquial de Lerma. Dada su ubicación en una encrucijada de caminos, esta iglesia fue un punto clave en la vida religiosa y social de la villa durante varios siglos. Su importancia decayó cuando la nobleza, liderada por el Duque de Lerma, decidió construir una nueva iglesia de mayor envergadura y prestigio, la Iglesia Colegial de San Pedro, que se convirtió en el centro religioso de Lerma.

A lo largo de los siglos, la iglesia de San Juan fue adaptada para cumplir funciones más modestas, siendo conocida actualmente como la Ermita de la Piedad. A pesar de su cambio de estatus, sigue siendo un recordatorio del pasado medieval de Lerma, con sus caminos que conectaban a la villa con otras ciudades de la península.

Características arquitectónicas

La ermita se encuentra justo al cruzar uno de los arcos de entrada de la villa, un vestigio de las antiguas murallas que rodeaban y protegían Lerma. Situada en la Calle Mayor, la ermita es un edificio sobrio, de líneas simples y modestas, reflejando la función humilde que ha adquirido a lo largo del tiempo. El exterior destaca por su austeridad, acorde con el estilo herreriano que marcó la estética de la villa en la época del Duque de Lerma.

Conservación y Uso Actual

Aunque la ermita ya no desempeña el papel principal que tuvo en sus inicios como Iglesia de San Juan, sigue siendo un espacio de interés religioso y cultural en la villa. En la actualidad, es utilizada ocasionalmente para eventos religiosos y turísticos, y se ha integrado en el recorrido histórico que los visitantes realizan al explorar Lerma. Además, su proximidad a la Calle Mayor la convierte en un punto clave de visita en el centro urbano de la villa.