Iglesia de Santa María de Salas de los Infantes

La Iglesia de Santa María se encuentra en el barrio homónimo, cerca del centro de Salas de los Infantes, y es uno de los principales monumentos religiosos de la localidad. Su construcción data de los siglos XV y XVI, aunque a lo largo de los siglos se le han añadido varias ampliaciones y reformas, lo que le otorga un carácter arquitectónico mixto.

Historia

La iglesia fue levantada en una época de transición entre el gótico y el renacimiento, reflejando influencias de ambos estilos en su estructura. A lo largo de los siglos, la iglesia ha sido testigo de importantes hechos históricos y religiosos de la villa, vinculada estrechamente a las tradiciones cristianas de la región y a la leyenda de los Siete Infantes de Lara. Los restos de estos personajes legendarios, que forman parte de la historia y mitología medieval castellana, se encuentran en una hornacina dentro de la iglesia.

Características

Uno de los aspectos más destacados de la iglesia son sus retablos. El retablo de Santa María, realizado en la segunda mitad del siglo XVI, está influenciado por el estilo de Alonso Berruguete y muestra una rica iconografía de escenas bíblicas de gran maestría artística. El retablo de San Benito, de mediados del siglo XVII, fue encargado por Miguel de Morate Montero, un familiar del Santo Oficio de la Inquisición, y se cree que fue ejecutado por el escultor Francisco Martínez, natural de Salas de los Infantes.

En el interior del templo también se encuentra una hornacina que contiene el arca con los restos de las cabezas de los Siete Infantes de Lara, legendarios personajes medievales cuya historia forma parte de la literatura épica castellana y que se sitúa entre los años 990 y 1000.

Uso actual y conservación

La Iglesia de Santa María continúa siendo un lugar de culto activo y un sitio de peregrinación para los visitantes interesados en la historia medieval castellana. Además, su importancia histórica ha propiciado la conservación de sus retablos y elementos arquitectónicos, que siguen atrayendo a expertos en arte sacro y a turistas que buscan sumergirse en el legado cultural de la villa.