Charca de las Brujas
La Charca de las Brujas de Cernégula, en la Merindad de Río Ubiena, es un lugar envuelto en leyendas y supersticiones, lo que ha llevado a que esta localidad sea conocida como "el pueblo de las brujas". Esta laguna, conocida simplemente como** "La Charca" **por los habitantes, está asociada a antiguas **historias de aquelarres y reuniones de brujas **que, según las creencias populares, venían desde lugares tan lejanos como Cantabria y Asturias para celebrar rituales.
Historia
La leyenda de la charca remonta su origen a las rutas del Camino del Pescado, una antigua vía comercial que conectaba el norte de España con la Meseta. Se dice que los viajeros, al pasar de noche por la zona y ver las aguas oscuras y misteriosas de la laguna, comenzaron a asociarla con prácticas de brujería y encuentros demoníacos. Estas leyendas fueron recogidas por investigadores y escritores como el antropólogo Julio Caro Baroja, quien incluyó historias sobre las brujas de Cernégula en su obra** Las Brujas y su Mundo.**
Características y Uso
La charca tiene un tamaño comparable a un pequeño campo de fútbol, con una profundidad de hasta cinco metros en algunas zonas. Aunque su nivel de agua fluctúa con las estaciones, nunca se ha secado completamente, ya que, según el folclore, tiene un “ojo” o manantial en el fondo que la alimenta constantemente. La charca no solo es conocida por sus historias de brujas, sino también como una de las pocas áreas lacustres de la provincia, junto con otras lagunas cercanas como la Charca de la Pila Vieja y la Charca de la Venta la Perra.
Tradiciones y Leyendas
En la noche de San Juan, los vecinos de Cernégula mantienen viva la tradición de encender una hoguera junto a la charca, rememorando los supuestos aquelarres y bailes de brujas que, según se cuenta, invocaban al diablo. Además, se dice que las brujas montañesas de Cantabria y Asturias volaban hacia Cernégula en sus escobas o transformadas en animales, para bañarse en las frías aguas de la charca y realizar rituales. Estas leyendas también hablan de los remedios populares que los habitantes usaban para protegerse de las brujas, como poner ajos o cardos para espantar su maleficio.
Viento: 8 km/hHumedad: 64%