Castillo de Lara de los Infantes
El Castillo de Lara de los Infantes, situado en la comarca de las Tierras de Lara, en Burgos, es una** fortaleza en ruinas** que evoca la época medieval y el nacimiento del condado de Castilla. Esta estructura se alza en el Picón de Lara, un punto estratégico con amplias vistas sobre el entorno. Aunque hoy solo quedan restos de su grandeza original, el castillo sigue siendo un emblema de la historia castellana, ya que aquí habría nacido el conde Fernán González, una figura central en la fundación de Castilla.
Historia
Se cree que el castillo se remonta al siglo X, coincidiendo con la fundación de Lara de los Infantes en el año 902 por Gonzalo Fernández, padre de Fernán González. Durante este tiempo, la fortaleza jugó un papel crucial en las luchas contra las incursiones musulmanas y en la consolidación del condado de Castilla. Con Fernán González, el castillo se convirtió en un símbolo de poder regional, ayudando a formar la entidad que luego sería el Reino de Castilla.
A lo largo de los siglos, el castillo cambió de manos en varias ocasiones. En el siglo XIII pasó a la familia Cartagena y, posteriormente, con los Reyes Católicos, el control de la fortaleza se cedió al corregidor de Burgos. A principios del siglo XVI, el castillo ya mostraba señales de deterioro, y en 1517 pasó a manos de Jofre de Cotannes. Desde 1949, está protegido como Bien de Interés Cultural, aunque en estado ruinoso.
Características
El castillo estaba** originalmente compuesto por seis torres** y una imponente torre del homenaje de cuatro pisos, rodeado por una doble muralla, un foso y puentes levadizos. Las murallas, construidas directamente sobre la roca, ofrecían una defensa formidable. Hoy en día, los restos de la torre del homenaje, hechas de granito y sillarejo, son lo más representativo del castillo. También se observan vestigios de una estructura abovedada que probablemente fue añadida en épocas posteriores.
En sus alrededores, se pueden encontrar restos de otras civilizaciones, como una calzada romana y necrópolis celtíberas, que muestran la rica historia de ocupación en la zona.
Uso y Conservación
Actualmente, el castillo de Lara se encuentra en estado de ruina y no está habilitado para visitas turísticas regulares, aunque se puede acceder para contemplar los restos. Existen iniciativas de preservación y restauración impulsadas por asociaciones locales que buscan conservar este patrimonio histórico. Recientemente, se han recogido firmas para solicitar a la Junta de Castilla y León que impulse un proyecto de restauración, con el objetivo de preservar lo que queda de este símbolo castellano.
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