El Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad, atraviesa la provincia de Burgos como parte del Camino Francés, uno de los tramos más antiguos y emblemáticos. Burgos se incorporó a esta ruta en el siglo IX, convirtiéndose en una parada fundamental debido a su ubicación estratégica y su riqueza cultural. Durante siglos, se construyeron hospitales, iglesias y monasterios para atender a los peregrinos, destacando el papel de santos como San Lesmes y San Juan de Ortega en la creación de infraestructura y ayuda al viajero. La Catedral de Burgos, iniciada en 1221, es uno de los hitos más representativos del camino en esta región.
Hoy, el tramo burgalés del Camino sigue atrayendo a miles de peregrinos anualmente, tanto por motivos espirituales como culturales. Desde Redecilla del Camino hasta Castrojeriz, pasando por la ciudad de Burgos, los caminantes disfrutan de una experiencia única. La ruta combina la riqueza monumental, como puentes medievales y albergues históricos, con el paisaje castellano, dominado por la meseta y sus vastos horizontes.
El Camino en Burgos transcurre por paisajes variados que reflejan la transición entre los Montes de Oca y la meseta castellana. Destacan los pinares y montañas de San Juan de Ortega, el río Arlanzón al atravesar la ciudad de Burgos y los campos dorados que rodean a Castrojeriz. Estas vistas, combinadas con la monumentalidad de la ruta, hacen de este tramo un recorrido imprescindible para los peregrinos y amantes del senderismo.
El Camino de Santiago no solo une pueblos y paisajes, sino también historias de acogida y solidaridad. En la ciudad de Burgos, los peregrinos encuentran un gran número de hitos históricos y culturales, como el Monasterio de San Juan y el Arco de San Juan, que reflejan siglos de devoción jacobea. Además, los hospitales de San Lesmes y del Rey destacan como ejemplos de cuidado medieval a los caminantes.