Roma en la Ribera del Duero nos invita a explorar la profunda huella que dejó el Imperio Romano en esta comarca burgalesa. Desde su entrada en la península, Roma transformó el paisaje con caminos, ciudades y estructuras que consolidaron su dominio. Uno de los testimonios más importantes de esta presencia es la ciudad de Clunia Sulpicia, situada en el actual término de Peñalba de Castro. Fue una de las ciudades más grandes del norte de Hispania y centro administrativo clave en la época, cuyo esplendor se percibe aún hoy en sus ruinas.
Clunia, con su imponente teatro romano, termas y restos de casas con mosaicos, muestra la influencia romana en la organización urbanística y en la vida cotidiana de la provincia. Esta ciudad, en su apogeo, fue un núcleo comercial, político y cultural de primer orden. Aunque la caída del imperio romano trajo consigo el abandono y el saqueo de muchos de sus tesoros, Clunia ha sido objeto de excavaciones y estudios que han permitido recuperar partes fundamentales de su historia.
A lo largo de los siglos, el paso del tiempo y las invasiones saquearon gran parte del patrimonio romano de la Ribera del Duero. No obstante, en las últimas décadas se ha llevado a cabo un intenso esfuerzo de recuperación y conservación, devolviendo el esplendor a vestigios romanos como el anfiteatro y las termas. Estas joyas arqueológicas ofrecen hoy una valiosa visión del poder y la influencia de Roma en la región, donde la vida urbana y rural se entrelazaban bajo el dominio imperial.
En la actualidad, la Ribera del Duero no solo es famosa por sus viñedos, sino también por su herencia romana. La recuperación de estas joyas históricas invita a los viajeros a conocer un pasado que ha dejado una marca profunda en la cultura, el urbanismo y el paisaje de la comarca. "Roma en la Ribera del Duero" es una ruta cultural y arqueológica que nos acerca a la grandeza del imperio y al legado que, siglos después, aún permanece vivo en la provincia de Burgos.